Por Ismael Sambra
ismaelsambra@nuevaprensalibre.com
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Decir lo que todos sabemos, a veces resulta fastidioso; pero es preferible
la reiteración a la indiferencia o al abandono del mensaje oportuno
en el momento oportuno en esta función del periodista digno, la de
expresar los hechos basados en la realidad que vivimos o experimentamos y
no la que imaginamos. Es inadmisible hablar de la tragedia de un país
sin haber vivido como común ciudadano en él. Es inadmisible
que nos hablen de las bondades del comunismo en China, Corea del Norte, Cuba
o Viet Nan desde oficinas bien instaladas en la democracia comiendo McDonald
y tomando Coca-Cola.
Los "periodistas" de la izquierda comunista olvidan este precepto
y reiteran sus diatribas a destiempo, porque "el tiempo se nos acaba"
y así lo han dicho, contra la inteligencia humana, contra cualquier
lógica elemental, engañando vilmente con su propaganda y manipulaciones,
proponiendo el consumo de un producto que ellos mismos no consumen. Es decir,
pretenden que compremos los productos de sus amigos mientras consumen descaradamente
los productos de sus enemigos, incluyendo la libertad y la democracia. No
os asombréis de nada, pues es el cinismo característico de esta
gente hecha para el comunismo (Ver mi editorial El Comunismo tiene su gente,
en estas ediciones o en nuevaprensalibre.com).
¿Por qué insisten en vendernos la imagen del "Paraíso
cubano", por ejemplo? Estos llamados izquierdistas se nos cuelan en los
medios masivos de comunicación aprovechándose de "las debilidades"
de estas sociedades abiertas, aprovechándose de la libertad de expresión
que saben no existe en estos "países paradisíacos"
que ellos ofertan ahora con sistemas remanentes del comunismo; es decir, sistemas
oportunistas que mezclan totalitarismo comunista con mercado capitalista.
Los pueblos latino-americanos se les presentan como campo propicio para seguir
con su siembra de odio al capital, a la propiedad privada, al imperialismo
americano (y especifico "americano" pues a eso sólo se refieren,
porque jamás dicen ni dijeron nada contra el imperialismo soviético
y su invasión a Afganistán y a otros países, incluyendo
a los países europeos). Los indígenas se les presentan como
campo propicio, la pobreza, las corrupciones gubernamentales, los malos presidentes,
se les presentan como campo propicio para sus engaños. Pero nada dicen
de las pretensiones y los crímenes de las naco-guerrillas autodenominados
revolucionarias o de liberación nacional, de los terroristas disfrazados
de demócratas que toman el poder con urnas fraudulentas e implantan
el terrorismos de estado.
Usan con nuevas tácticas y disfraces el mismo truco de antaño,
prometiendo igualdad, justicia y pan y creando en la práctica más
desigualdad, más injusticia y hambre. Millones de chinos y coreanos
han muerto a causa del desastre comunista, que quita el pan a sus ciudadanos
con tal de sostener programas de armas nucleares para desestabilizar el mundo
con sus amenazas. China ha salido de la crisis gracias a la ayuda norteamericana.
Corea del Norte no tiene ningún bloqueo americano como el que tiene
Cuba para poder justificar su desastre echándole la culpa al enemigo
imperialista, desastre que sólo crea el mismo sistema con su inoperancia
y centralización del poder y la economía. Cuba (El mendigo internacional)
lleva 46 años con una libreta de productos racionados para el pueblo
y rechaza ayuda millonaria cuando procede de países que le exigen a
cambio democracia y libertad para el pueblo. Estos "países socialistas"
sobreviven gracias a la limosna que reciben a través de programas de
alimentos de organizaciones como la ONU y de sus "solidarizados amigos"
de los países capitalistas. Ni siquiera con todo el petróleo
que le regala a Cuba Hugo Chávez o le proporciona La Cherret canadiense
resuelven el problema de los apagones, porque revenden en el mercado de la
piratería, éste y otros productos que reciben supuestamente
para beneficiar al pueblo cubano.
¿Es que acaso no lo saben los periodistas izquierdistas? En realidad
lo saben, pero son así, de naturaleza engañosa, sinvergüenzas
con elocuencia para inventar mentiras, justificar crímenes, alentar
a los terroristas y apoyar a los tiranos cuando son de la izquierda comunista.
Para éstos usan eufemismos, les llaman líderes históricos,
presidentes elegidos por el pueblo, en unas elecciones absurdas, donde no
hay opción, donde se postula un solo partido y un solo candidato: el
dictador.
Parece que se les hace más fácil critica a Bush que criticar
Castro, al primero lo llaman "asesino" y al segundo "líder
cubano", líder a este que fusilaba diariamente a cien opositores,
entro ellos a muchos por ser cristianos, en La Cabaña al mando de El
Che, en los primeros meses de la revolución.
Nos están penetrando, nos están cogiendo cada vez más
los espacios para la información y esto es muy peligroso para el futuro
de la humanidad, esto es inadmisible. La CNN en el corazón americano
celebra el cumpleaños de Fidel Castro, mientras grupos castristas atacan
a los disidentes en sus propias casas y mientras El Miami Herald en el corazón
de la disidencia, le llama presidente en vez de tirano o dictador como hacen
otros más conscientes o con menos intereses creados. Ya lo he dicho
de diferentes maneras, estamos luchando contra enemigos y traidores que duermen
y se alimentan de las bondades de nuestra casa y por eso se nos hace más
dura la guerra.
Ahora Chávez y Castro crearon un canal de televisión para seguir
con el invento de la construcción del comunismo en América.
Precisamente 15 años después del derrumbe y del descubrimiento
de todos los crímenes del comunismo soviético quieren construir
una nueva Unión Soviética con el letrerito de Unión Bolivariana
Americana y para ello están contando con Argentina, Brasil y ahora
con Uruguay que en los primero días de gobierno del partido socialista
volvió a las relaciones con el dictador cubano. El diablo los junta
mientras nos ocultan sus verdaderas intenciones: la de convertir a América
en una nueva dictadura contra el proletariado.
Allí estarán en plena función estos izquierdistas comunistas
mostrándole al mundo una sola cara de la moneda: la cara enmascarada
de ellos, mientras se aprovechan de la libertad de expresión que tenemos
en nuestras sociedad donde muchos medios de difusión nos muestran las
dos caras de la moneda con imparcialidad, para que el lector o el espectador
que no ha conocido el comunismo sea quien escoja, que haga su selección
entre el producto que se divulga como bueno y el producto que es bueno de
verdad porque el uso y la práctica lo han demostrado.
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