Por Ismael Sambra
ismaelsambra@nuevaprensalibre.com
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Parlamentarios de la oposición canadiense cuestionaron al Partido Liberal
en materia de las violaciones de los Derechos Humanos en Cuba. La reunión
del Subcomité de Derechos Humanos y Desarrollo Internacional del comité
permanente de Asuntos Exteriores y el Comercio Internacional, se efectuó
el pasado 5 de Abril en la Sección Primera de la Casa de los Comunes
con la participación de varios testigos y diputados que, luego de las
exposiciones presentadas sobre la política represiva del régimen
cubano que mantiene a más de 300 prisioneros políticos en sus
multiplicadas prisiones, hicieron preguntas a los testigos encaminadas a precisar
las testificaciones. La mayoría de estas exposiciones fueron presentadas
por cubanos exiliados y ciudadanos canadienses sensibilizados con la tragedia
que sufre el pueblo y la disidencia en Cuba.
Representantes de organizaciones como la Fundación Cubano Canadiense
y la Asociación de Trabajadores Cristianos de Canadá (CLAC)
estuvieron presentes también formando parte de la mesa de debates y
la audiencia. Entre los testigos exponentes se encontraban el argentino-canadiense
David Levy, los cubanos exiliados Asdrubal Caner, Ismael Sambra y Carmen Delia
Llano, madre del niño Alejandro Merchán secuestrado en Cuba
por el régimen castrista. El niño fue finalmente liberado gracias
a la campaña internacional que se desarrolló en su beneficio
y que culminó con la reunificación del niño con la madre
en Canadá. También los canadienses Allan Horton y Frank Kooger
directivos del CLAC, testificaron a favor de los dirigentes sindicalistas
de la Unión Independiente de Trabajadores de Cuba que cumplen largas
condenas desde la pasada oleada represiva que desató Castro contra
75 líderes disidentes y periodistas independientes cubanos en Marzo
del 2003.
En los contundentes informes y exposiciones quedó demostrado el fracaso
de la política de "Relaciones constructivas" que mantiene
el gobierno canadiense con el régimen de Castro, dado que no ha logrado
llevar cambios democráticos a la isla-cárcel o, al menos, algún
mínimo respeto por los derechos humanos, como era su inicial intención.
Ni siquiera estas relaciones han funcionado económicamente pues los
créditos atorgados por Canadá a Cuba nunca serán pagados.
Sin embargo Cuba paga a Estados Unidos todas sus compras en efectivo a pesar
del famoso y controversial embargo.
La Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional y el Ministerio del Comercio
Internacional Canadá, estuvieron representados en la segunda parte
del encuentro. Los funcionarios fueron altamente interrogados por los diputados
presentes respecto a los derechos humanos y a los resultados concretos de
esta política de "Relaciones Constructiva" que desarrolla
el Partido Liberal y su gobierno minoritario desde hace varios años
con el régimen de La Habana. El fracaso quedó en evidencia pues
los funcionarios del gobierno canadiense reconocieron los reiterados abusos
cometidos contra el pueblo y los trabajadores cubanos que laboran en las empresas
canadienses radicadas en Cuba, los cuales no reciben pagos directos de las
empresas, sino a través del régimen cubano que les descuenta
más del 80 %.
A pesar de que los funcionarios del gobierno trataron de justificar estas
"Relaciones constructivas" alegando que "frente a los cambios
inevitables que se aproximan en la isla, Canadá debe estar dentro para
contribuir con éstos", reconocieron el estado deplorable que mantiene
Castro respecto a los derechos humanos, el cual ha demostrado clara reticencia
frente a los cambios inevitables, pues sabe que esto le llevaría a
la pérdida del poder absoluto que mantiene en la isla-cárcel
por más de 46 años.
Tomemos en cuenta sus más recientes declaraciones transmitidas por
la televisión cubana: "A mí me importa un bledo y al pueblo
de Cuba le importa también un bledo la Comisión de Ginebra".
Castro se refería a la moción de condena presentada ante las
Naciones Unidas por sus reiteradas violaciones de los Derechos Humanos, moción
que acaba de ser aprobada por simple mayoría. Una vez más Castro
y su régimen son reconocidos internacionalmente como reiterados violadores
de los Derechos Humanos. Los que aún lo apoyan son ciegos que no quieren
tomar conciencia de esto por hipócritas o por sinvergüenzas, o
fanáticos de su nefasta ideología.
Para tratar de justificar las violaciones del régimen castrista apareció
en este evento de Ottawa el conspirador, Marvin Glass, un viejo camaján
que se ha presentado como Candidato del escuálido Partido Comunista
de Canadá a las elecciones de 1979 - 166 votos, 1980 - 116 votos, 1984
- 93 votos, 2000 - 139 votos.
Como se vio sin posibilidades reales de ser elegido, ahora dirige La Network
on Cuba, creada hace dos años y que agrupa a las organizaciones de
amistad con Cuba, una maniobra de El Dictador para contrarrestar la creciente
influencia de la Fundación Cubano Canadiense en la política
canadiense. Esta Network on Cuba fue creada hace dos años y es orientada
por el ICAP y la Embajada Cubana en Canadá; vale decir, por la Inteligencia
y Contrainteli-gencia del Sátrapa de la isla-cárcel.
El colmo fue que Marvin Glass se atrevió a decir textualmente que "contrario
a lo que algunos aseguran, cualquier cubano puede criticar a su gobierno,
a sus líderes y sus políticas". El cinismo de estos individuos
no puede ser mayor.
Afortunadamente toda esta ridícula diatriba fue rebatida por los M
P allí reunidos y el diabólico personaje quedó aplastado
frente a los sólidos argumentos de los diputados. Afortunadamente cada
vez son más los que entienden la tragedia cubana, descubren la verdad
y apoyan el cambio. Afortunadamente el chantaje y la mentira dictadas desde
La Habana tienen, como su dictador, los días contados.
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